La Medicina moderna ha ganado muchas importantes batallas. Enfermedades agudas que antes eran mortales ahora son minoritarias o directamente, han desaparecido. No obstante, tenemos en nuestro horizonte un reto aún mayor: la enfermedad crónica. Si queremos abordar de forma efectiva ete desafío necesitamos cambiar el paradigma con el que nos movemos. Necesitamos una reformulación de la Medicina tal y como la conocemos. Formar profesionales en ejercicio, nutrición y conductas saludables. Invertir en Salud Pública.
Reformas educativas que contemplen el mantenimiento y optimización de la salud en el currículum de todo niño. Medidas legales para disminuir el consumo de ultraprocesados, alcohol y tabaco. Señalar e informar a la población de los existentes, y cada vez más frecuentes conflictos de intereses que se interponen entre el profesional y el paciente. Estas son algunas de las reformas necesarias. Tenemos mucho trabajo por hacer. Pero por suerte, es un bonito trabajo.